Psicoterapia
La necesidad de dar respuesta a la insatisfacción, el sufrimiento, al sentido de la propia existencia, es tan antigua como la humanidad. Solo las formas de abordar esta necesidad cambian y se van adaptando a la realidad concreta de cada época y cultura. La psicoterapia constituye un nuevo marco y espacio de interrelación cuyo objetivo es facilitar esta búsqueda de respuestas, este camino hacia uno mismo y hacia los demás, dentro de la sociedad occidental en la que vivimos.
Las personas experimentamos diferentes situaciones de crisis y de conflicto a lo largo de nuestras vidas, que pueden estar relacionadas con elementos externos (conflictos familiares, profesionales, pérdidas, rupturas) o pueden tener un origen interno (conflictos entre emociones y pensamientos, crisis vitales, conductas indeseadas). En algunas ocasiones, las estrategias y recursos que hemos ido aprendiendo a lo largo del tiempo no son suficientes para afrontar estas dificultades. La psicoterapia es una herramienta muy útil para hacer frente a estas situaciones.
La psicoterapia es principalmente un encuentro entre dos personas. Es un proceso en el que el cliente y el psicoterapeuta avanzan hacia un objetivo común. La psicoterapia pretende crear un espacio protegido, un marco terapéutico donde la persona que sufre alguna dificultad pueda profundizar en la causa de sus problemas y, con la ayuda del psicoterapeuta, encontrar las salidas según cada caso particular. Un espacio para la autorreflexión y la exploración del mundo interno, donde cada persona pueda ir al encuentro de si mismo. Este marco y este espacio es el que crean el cliente y el terapeuta en su relación.
La psicoterapia ofrece también técnicas de crecimiento y desarrollo para que cada persona pueda desplegar sus potenciales y vivir con una mayor sensación de bienestar y plenitud. En este sentido, cualquier persona puede beneficiarse de la psicoterapia, no solamente aquellas que experimentan situaciones difíciles o crisis vitales.